El pasado miércoles, se paseó por delante de la tienda, durante toda la tarde, un personaje peculiar.
Rondando los 50, y con un aspecto entre brañero y cazador de jabalíes, ataviado con ropas verdes y una gorra de lana o terciopelo con pinta de dar calor. Ojos rojos medio idos, con los papos mas rojos que una pita que va a poner un huevo, y un equilibrio similar al de un perro en un coche.
Mientras se paseaba tropezó con la piedra del mechero y rápidamente fueron a socorrerlo un joven y un señor entrado en años. Lo ayudaron a ponerse de pie, aunque en realidad fueron arrastrándolo y sosteniendolo hasta llegar a las escaleras en donde se sujetaba a la barandilla negandose a sentarse y a ser ayudado.
Ahí quedó un rato, solo, en cuanto lo dejaron sus socorristas, se dispuso a caminar, dando tumbos, de lado a lado, acabando por desplomarse entre el buzón de correos y la farola.
Después de echar un pequeño sueño, y con la gorra boca arriba, sujetada por la mano derecha, y en vistas de la fuerza de la gravedad que era ya de 10 m/s2, sin poder mover el brazo, otro joven se acercó a tirarle una moneda a la gorra.
"Pero que coj.... haces, hip!" - Podría haber dicho.
Se levantó como si tuviese un cohete en el trasero, haciendo aspavientos con la gorra y tratando de devolver la moneda, le habían tomado por un mendigo y se había indignado por completo.
Suerte que en el segundo 5 ya se le olvidó todo.
Volvió a dar paseos, a saludar con la gorra y hacer pases de torero a la gente que venia del tren.
Seguía paseando y se paraba por momentos, con los brazos en jarra, mirando hacia los taxistas y haciendo movimientos con la cabeza, demostrando que las cervicales las tenia en perfecto estado, también hacia comentarios y señalaba hacia varios lugares.
Lamentablemente, cuando ya había oscurecido, volví la vista al ordenador y ese personaje desapareció, dejando como único rastro, la gorra olvidada al lado de la farola.
Seguro que la echa de menos cuando empiece a xelar.
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Me partoooo! Bueniiisimo
ResponderEliminarJajajaja pobre hombre, y lo que te queda por ver y contarnos...
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